La festividad originada en agosto de 1972, es intrínseca al ADN sanjuanino y constituye una marca indeleble en miles de trabajadores de la cultura y el turismo locales. Muchos han dedicado una parte significativa de sus vidas a esta festividad máxima, a menudo en el anonimato.
La primera edición fue ideada por Guillermo Barrena Guzmán, quien ocupaba el cargo de Secretario Provincial de Turismo. Según relatan varios protagonistas, Barrena Guzmán se dedicaba personalmente a buscar a los trabajadores y a proponer diferentes actividades y roles dentro de la celebración, estando presente en cada detalle. Desde ese primer paso hasta el año 2005, el logo identitario de la fiesta fue el famoso "solcito", el cual, sin que nos diéramos cuenta, se convirtió en una parte indiscutible de nuestra identidad visual y en un patrimonio cultural intangible.
El padre de ese "solcito" es Raúl "Chileno" Roco. Este fotógrafo y dibujante llevaba pocos meses contratado en el área de Turismo del Gobierno de San Juan en 1971 y fue llamado por Guillermo Barrena Guzmán a su oficina. "¿Vos sos el chileno dibujante que trabaja en Letreros Carrión?", fue la pregunta al entrar. Luego, el funcionario provincial le planteó a Roco la idea de hacer un logo que identificaría no solo la Fiesta Nacional del Sol que se estaba gestando sino también el turismo provincial.
"¿De dónde partimos?", preguntó nuestro protagonista a su superior. Y recibió de respuesta: "Podría ser de un sol o una flor, que identifiquen a la provincia".
"Pensé en el sol y la tierra sanjuanina que nos da tantos frutos, y hay una canción que dice: 'como el sol sanjuanino que nos viene a buscar', entonces nuestro
"Ahora veamos los ojos", dijo Barrena Guzmán al dibujante, y él recuerda que respondió: "no, no son como dos granos de uvas los ojos, sino que representaremos las razas, porque San Juan tiene un crisol, tenemos ojos tapatíos, de color, grandes o pequeños, entonces lo hice de un tamaño incierto representando una fusión de todos los ojos, al principio eran casi cuadrados, pero borramos las puntas para que no pareciera agresivo".
"La cara del sol es oval y el costado derecho (mirándolo de frente) es más pequeño, lo partí como a una pizza en nueve partes y salieron 18 rayos", relata Roco y ahí se acordó de su jefe que le dijo: "Tenemos 19 departamentos". Ante eso, relató que no querían una representación simétrica y derribando todos los mitos dice: "agregamos uno y, como
como en arte todo lo que tiene rayos gira, para cortarle esa ilusión óptica, partimos el rayo anexado, entonces no gira más". El dibujante se ríe al recordar que decían que ese rayo cortado era la capital o un departamento pequeño. "No hay ninguna punta en el logo y ningún rayo es igual", puntualiza Roco.
Aunque los archivos son blanco y negro, Raúl Roco le pone vida y color al recordar su creación diciendo: "Los colores son naranja, por los frutos maduros con la uva y el vino representando la madurez y calidez, y amarillo, porque la primera fiesta era en invierno y el sol invernal es receptivo y cálido".
Cristian Rubia
nuestro sol es cálido, que nos recibe cálidamente", relata Roco.
Pero Barrena Guzmán quería tomar de base el sol de la bandera nacional, pero "El chileno" le argumentó en ese momento: "no me gustaba mucho porque ese símbolo es rampante porque tiene puntas, quiere decir que es bélico y creo que es de origen egipcio", entonces la contrapropuesta fue hacer rayos sin puntas.
Raúl Roco relata: "Hice un círculo y partí del rostro de San Juan, ¿Cómo es el rostro de San Juan?, fresco, jovial, entonces era un sol alegre. Hice dos círculos adentro, la nariz y una especie de 'U', pero no tenía que ser tan alegre sino jovial, entonces estiré la 'U' para la boca y le sumé los cachetes y Don Guillermo preguntó '¿Por qué los cachetes?' y le dije porque el sanjuanino es bonachón, es jovial, es un tipo confiado, tranquilo".
Este "solcito", que también fue el logo del área gubernamental de Turismo durante muchos años o de otras actividades populares, y a pesar de que dejó de formar parte de la FNS desde 2005, continúa presente en artesanías, envases, bolsitas, cintas, calcomanías, prendedores, letreros, entre otros.
¿Conocemos el origen de esta marca? ¿Conocemos sus significados? ¿Son ciertos los mitos sobre sus orígenes?
"Al dibujarlo, hice de las mías, como todo dibujante, la ilustración tiene un estilo Naíf y al sumarle líneas cortadas también lo combiné a otros estilos", reflexiona Roco, y agrega: "nada es por azar en el sol, es fruto de dos personas que nos juntamos varias veces y Guillermo era incansable".
Una de las anécdotas más impresionantes que tiene "El Chileno" con su "solcito" fue cuando en la segunda edición de la FNS en 1973 se realizó por primera vez el espectáculo final en el Autódromo El Zonda y plasmaron varios logos enormes sobre los cerros con luces. "Nos pusimos abajo con largavistas y le dábamos órdenes por radio a los gendarmes que estaban en el cerro formando el sol con cuerdas que luego remplazaríamos por luminarias. Hicimos gigantes varios logos de la FNS y escudos provinciales, usando miles de focos y toneladas de cables", cuenta enérgicamente el jubilado de 76 años que trabajó 30
30 años para el área de Turismo del gobierno provincial.
"Soy orgullosamente sanjuanino", manifiesta aquel que puso su corazón en la tierra a la que llegó con 8 años y donde formó su familia. Porque al caminar por San Juan y girar la mirada, lo encuentras: ahí está la creación de Raúl "El Chileno" Roco, el "solcito" que nos observa con sus cachetes marcados y un rayo partido. Sin duda, es parte de nuestro patrimonio, que se construye también a partir de los pequeños detalles que nos recuerdan que somos sanjuaninos y sanjuaninas, y que deseamos mostrar al mundo quiénes somos.