Unas semanas antes que Javier Milei asumiera como Presidente de la República Argentina, Manuel Adorni ganaba el galardón “Martín Fierro” a “mejor twittero del año”. Horas después de ese hecho trascendental en la vida de un periodista de alta gama, en la misma red social que le había hecho ganar un premio anunciaba que sería la persona elegida por Milei para ocupar el lugar que, hasta ese momento, ocupaba Gabriela Cerruti en el Gobierno de Alberto Fernández. Nada más y nada menos que la Vocería Presidencial que, por si alguien no sabe, tanto el cargo de Jefe de Gabinete como el de Vocero Presidencial, son lugares que ocupan personas dispuestas a inmolarse públicamente en nombre del Presidente, de esa manera el primer mandatario no desgasta tanto su figura pública.
Con esta necesidad de demostrar que “estamos trabajando, no como los vagos que nos precedieron”, el 11 de diciembre Manuel Adorni daba una conferencia de prensa en la que anunciaba que todas las mañana daría un informe de situación y, luego, respondería las preguntas que la prensa tuviera para hacerle.
Es en este momento que me surge la pregunta, si tenías a un tipo capaz de armar cortinas de humo y manejar la prensa, ¿no era más lógico dar una conferencia semanal a desgastarlo todos los días a tal punto que todxs nos demos cuenta de sus trucos?
Al correr de los días empezás a darte cuenta que están en el medio del armado del enemigo interno, macartismo a la orden del día, al parecer para ellxs todo se resuelve de manera polarizada, estás con nosotros que tenemos la razón o estás equivocadx.
Apela todo el tiempo a que la intención de este gobierno es la de lograr un país normal como si eso de alguna manera existiera, ¿qué significa un país normal? ¿Hay una definición académica con el consenso tal para que todxs en nuestro inconsciente colectivo podamos procesar lo que significa “un país normal”? Claro que no.
Desde el gobierno siguen insistiendo en que la Argentina en los últimos 70 años ha perdido la batalla con los laburantes, es decir, todos los derechos conquistados por la clase trabajadora en nuestro país, la patota de Milei considera que son privilegios que nunca deberíamos haber tenido.
A fin de cuentas la postura de Milei y compañía es la siguiente: Si acompañan nuestro cambio está bien, si no lo acompañan es porque quieren vivir mal y son cómplices de la pobreza.
Lo extraño de todo esto es que podrían partir de un consenso de la población: estaba todo mal, necesitábamos un cambio para estar mejor. Es ahí donde nace la democracia, en el poder discutir cuál es el cambio que necesitamos. Javier Milei tenía dos caminos: ajustar a los que más tienen para que los que menos tienen puedan estar mejor o ajustarnos a los que menos tenemos para que los que más tienen tengan “más libertad”. A las vistas está cuál modelo eligió.
En un mes este gobierno intentó pasar por encima de las instituciones democráticas, y Adorni lo negó. Aceptó que no hay negociación en cuanto al rumbo que va a tomar el país, por lo que nos dejó claro también que la democracia que se respiraba en las calles ya no podrá ser más así, amparado por la Ley Ómnibus que busca declarar el estado de sitio de hecho criminalizando la reunión de personas en espacios públicos.
Tanto el Presidente como el Vocero presidencial en la previa al debate en comisiones de la ley ómnibus declararon que este gobierno no va a negociar el contenido de la misma, que aceptará sugerencias solamente. Este concepto echa por tierra el sistema democrático argentino, en realidad intenta tirarlo, los diputados y senadores son los que modifican los proyectos de ley, no tienen ninguna obligación de negociar con el poder ejecutivo los contenidos. Mirando el principio de estos debates y el autoritarismo y la negligencia con la que se llevan adelante las comisiones, sabemos que dará mucho de que hablar todo lo que suceda, pero no es el tema que me trae a esta nota.
David Alos
Para no empezar pegándole en los talones al Vocero Presidencial, debo decir que hay un salto de “calidad” con la Vocera anterior. Es un tipo que no busca la controversia, no maltrata a lxs periodistas, es muy correcto y amable. Y tiene una gran capacidad para “patear la pelota afuera” cuando las cosas se ponen por demás calientes.
El problema empezó cuando, en realidad, el gobierno de Milei no empezó a trabajar tanto, ni a designar tantas personas en el gobierno - dos datos que lo demuestran: hasta la semana pasada no existía el Secretario de Comunicaciones de la Presidencia, y hasta hace unos días la Cartera del Ministerio de Capital Humano no tenía todas las designaciones de las secretarías correspondientes, es decir de los ministerios que se volvieron secretarías -, tampoco la Ley Ómnibus se presentó el 11 de diciembre como se había dicho, y el informe exhaustivo que dijo Milei que iba a dar se limitó a frases como “desastre de proporciones bíblicas”.
Luego de escuchar detalladamente todas las conferencias de Adorni, mi primera conclusión es que está dando un show, no una conferencia para informar al pueblo. Es todo un acting, en el cual él cree que puede decir lo que el gobierno quiere y, al parecer, no tiene la responsabilidad de responder lo que lxs periodistas preguntan.
Hay algo que han dejado claro: en este gobierno, no hay lugar para el disenso. Lo que pareciera una contestación de un meme en facebook, la presidencia lo ha hecho carne, a cada respuesta negativa por parte del pueblo o la oposición, el único argumento que blanden es “estuvieron calladxs los últimos cuatro años y ahora se quejan”.
Adorni, luego del anuncio del Paro de la CGT, a raíz de un DNU inconstitucional que, entre otras cosas quiere hacer una reforma laboral sin pasar por el congreso y que, para colmo de males, busca quitarle derechos a lxs laburantes, a Manuel le parece llamativo el paro, ya que la CGT se quedó callada frente a la pérdida del poder adquisitivo de la clase trabajadora durante el gobierno de Alberto Fernández, omitiendo que su gobierno ha devaluado 120% nuestra moneda en menos de un mes, que la inflación en un mes representa la inflación que el gobierno anterior tuvo en tres meses, pero por sobre todo con el discurso de que “el DNU trae más libertades”, sí, eso está claro, más libertades para las patronales y las grandes empresas, más libertades para despedirnos, para no pagarnos horas extras, para quedarse con más plata mientras el pueblo se caga de hambre.
Como dice Adorni, “yo, futurología no hago” por lo que me voy a remitir al pasado, nuestra Argentina ya vivió esto, nuestra Argentina ya sufrió un déspota que se paseaba por los medios y tenía gente carismática que le bancaba los trapos.
Exijamosle al gobierno que, si pone a una persona a contestar preguntas, las conteste, exijamos que respeten nuestros derechos, exijamos que podamos llegar a fin de mes, sin importar de quién es la culpa. Adorni en la entrevista de hoy, básicamente dijo que estamos pagando las consecuencias de lo que elegimos en el pasado por lo que no nos podemos quejar, ni pedir que aumente nuestro salario, porque es esto por lo que tenemos que pasar.
Ningún país se ha salvado de una crisis hambreando al pueblo, ningún cómplice de los tiranos ha terminado bien, Adorni sabe que tiene los días contados en ese cargo porque, tarde o temprano, la gente lo va a odiar por las cosas que dice, pero eso no importa, porque para eso están, un ciclo sin fin.