DEUDAS HISTÓRICAS Y DISCURSOS PELIGROSOS

No hay mejor forma de empezar esta nota que diciendo lo que está pasando: el colectivo LGBTQ+ está siendo atacado, y esos ataques están siendo legitimados desde el gobierno nacional. No son declaraciones aisladas, ni errores de interpretación, son discursos de odio que se propagan con la fuerza de quien ostenta el poder más alto en el país. Lo peligroso y lo triste de esto es que esas palabras no se quedan en el aire: habilitan el odio a la vida cotidiana de cada persona perteneciente a la diversidad sexual. Ese odio que creímos haber dejado atrás está volviendo y no es exageración, nos quiere llevar al closet y a la vergüenza nuevamente.

 

Como varón trans, no puedo quedarme callado ante el daño que estos dichos están causando. Lo que más me enerva es que se construyen sobre mentiras y prejuicios que solo buscan invisibilizar una historia de lucha y resistencia que el colectivo travesti-trans hace

La vulnerabilidad trans en Argentina, entre pasado y presente

11/02/2025

En palabras de Verónica Araya, coordinadora de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA) en San Juan, antes de la ley de identidad de género el acceso a la salud estaba repleto de situaciones de discriminación.

 

“Muchas compañeras nos dejábamos morir por el estigma y la discriminación que sufríamos ya desde el principio. En las salas de espera de los hospitales, los consultorios, éramos llamadas por nuestro documento, por nuestro nombre que aparecía en el documento, la verdad que era muy estigmatizante, discriminatorio y violento… La verdad que era preferible agachar la cabeza, hacerme como que no conocía a esa persona, de retirarme con mi dolencia a mi casa y dejar que se me pase y sufrir

AUTOR

Nicolás Escobar

La segunda razón por la cual no controlaban regularmente su salud eran los malos tratos. Esta situación de discriminación no pareció mejorar en años posteriores, lo que se refleja en el informe “Condiciones socio-sanitarias de las personas trans: accesibilidad y experiencias en el sistema de salud”, realizado entre 2017 y 2018. De las 509 personas entrevistadas, el 54 % respondió haber vivido situaciones de discriminación en el sistema público de salud. Además, reportaron que la mayor discriminación proviene de parte del personal médico.

 

En la actualidad, Verónica Araya, sobre el acceso a la salud y goce de otros derechos dijo: “En todo el país no se implementa el artículo 11 de la Ley de Identidad de Género sobre salud integral. Sí, nos dan un documento. Sí, nos reconocen la identidad, pero falta mucho para su implementación real. La salud no puede

¿Cómo era la vida de una persona trans antes de la ley de Identidad de Género?

hace décadas lleva adelante. No se trata solo de palabras: cada afirmación falsa refuerza estigmas que nos cuestan la salud, la educación, el trabajo y, en demasiados casos, la vida.

 

Una de las primeras afirmaciones de Javier Milei que quiero desmontar es: “Si vos querés ser foca, yo no tengo por qué pagar la cuenta”. Esta frase, cargada de desprecio, no es solo un ataque simbólico, sino que refleja una visión política en la que la vida de las personas trans es considerada un gasto prescindible. Pero la realidad es que, durante mucho tiempo, las personas trans vivieron y siguen viviendo sin acceso a derechos básicos como la salud integral. No hablamos de privilegios, hablamos de supervivencia.

 

sufrir esos dolores que quedaron marcados para el resto de mi vida, como también a todas mis compañeras. La verdad que el acceso a la salud antes de la ley de identidad de género era muy difícil. Antes, prácticamente no teníamos acceso a la salud.”

 

En el informe “Cumbia, copeteo y lágrimas”, realizado entre 2006 y 2007 por Lohana Berkins, se relevaron diversas cuestiones sobre la situación de vida de las personas travesti-trans en aquellos años - incluso antes de la Ley Nacional de Educación, un dato no menor - en dicho informe, en relación a la salud, el 27% de un total de 257 personas respondieron que no asistían a controles de salud regularmente. Las dos principales razones eran, en primer lugar, no necesitar acceder a la salud. Sobre esto, la opinión de Lohana Berkins fue: “Gran parte de las afecciones más comunes para las travestis, transexuales y transgéneros son enfermedades propias de contextos discriminatorios, de gran desigualdad y que implican estigmatización social. Por lo tanto, es comprensible que muchas de nosotras no deseemos que nuestro entorno cercano sospeche que tenemos algún problema de salud.”

 

puede depender de la buena voluntad de los médicos; es un derecho humano que debe cumplirse. Lamentablemente, las personas trans aún no accedemos plenamente a la salud integral: no se están entregando hormonas ni hay material de prevención, algo mínimo y básico”.

 

Si el acceso a la salud integral sigue siendo una deuda pendiente para las personas trans adultas, la situación de las infancias trans es aún más alarmante. El presidente Javier Milei dijo que se realizan intervenciones quirúrgicas a infancias. Cuando esto está contemplado no solo en la ley de identidad de género sino también en el código Civil y Comercial de la Nación, cuyo artículo 26 dice que a partir de los 16 años un menor es considerado un adulto para tomar decisiones sobre el cuidado de su cuerpo. Así también los adolescentes entre 13 y 16 años tienen aptitud para decidir por sí mismos respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen su estado de salud o provocan un riesgo grave en su vida o integridad física.

 

Para analizar las cuestiones sobre la salud integral de las infancias trans y si deben acceder a hormonas o no debemos garantizar primero su derecho a estar informados. Y, en segundo lugar, también su derecho a ser atendidos por profesionales capacitados en sus demandas.

 

Toda persona tiene derecho a la salud integral. Recordemos también que no somos solo un cuerpo. Como dijo Lohana Berkins: 'la genitalidad no debe confundirse con la identidad. La biología no es destino para nadie, son cosas absolutamente distintas'.

 

La identidad es algo que construimos, independientemente de ser trans o no. Qué aburrido y triste sería vivir en un mundo donde todas las mujeres y todos los hombres debieran ser iguales, sin espacio para nada más que eso. Como varón trans, no quiero más ni menos que lo que le corresponde a cualquier otro ser humano: la libertad de vivir con dignidad y el acceso pleno a todos mis derechos.