María estudió gastronomía después de los 50 años motivada por el fuego que iba creciendo dentro de ella. Criada en un entorno donde se preparaban manjares, observó desde pequeña a su abuela cocinar.
Su formación en la provincia de Córdoba le permitió incorporar técnicas que implementa diariamente. “Yo uso la cocina no para trabajar sino para relajarme, yo cocino, es mi lugar”, comentó Mamone.
¿Podes contarnos de tu vínculo con la gastronomía?
Cocino para mis seres queridos, me preocupo por su alimentación. Tengo una corriente en la cocina que es lo saludable, siempre investigo sobre
Ana Paula Avila
cuando te mueras? Anda haciendo otro para que no nos peleemos. Entonces les escribí uno para cada uno.
Mi hijo me planteó ¿porque no haces un librito y se lo compartís a tus sobrinos?, de esa manera surgió.
El libro fue un gran paso para mí. Fue en un momento de mucho quiebre en mi vida personal. Desde que comencé con la lectura ya escribía, pero me reencontré con la lectura cuando mi hijo empezó a estudiar letras, eso me salvó de varias situaciones.
Siempre le digo a la gente joven y anciana, la lectura te salva de cualquier situación que estés pasando. Cuando tienes un problema, cualquier libro que tengas te va a decir algo. A mí la lectura me salvó.
Este libro me ayudó mucho, gracias a la ayuda de todos. Tiene mi idea, pero lo transcribió mi sobrina, lo corrigió Santiago, lo dibujó Antonia. La lectura te salva en cualquiera de sus formas.
María Inés Mamone es oriunda de San Juan y su principal pasión es cocinar para obsequiarles a los otros sus creaciones. Desde hace años se dedica a leer y escuchar literatura. Amante de las novelas y de las poesías, en el año 2021 decidió publicar su primer libro llamado “Los placeres accesibles”. Se trata de una recopilación de recetas y palabras que la autora deseaba capturar.
¿Podés contarme sobre la logística para su armado?
Seleccioné las recetas que yo siempre hago y luego mi hijo me dictó algunas pautas de cómo separar el libro por sectores. Con ayuda de mi sobrina, que me tipiaba todo, las transcribimos.
La tapa la diseñó Santiago (Santiago Mateos), mi hijo, ya que él me decía que yo era la bruja de Hansel y Gretel, y les doy de comer todo el tiempo.
Los dibujos son de Antonia, mi nieta, quien los hizo cuando ella tenía entre 6 y 7 años. Fue una sorpresa, ya que se lo mandé a Santiago para que me lo corrija, y él me lo editó con los dibujos de ella.
Gioconda Belli es poeta y novelista de Nicaragua. Es autora de libros como: “La Mujer Habitada”; “Sofía de los Presagios”; “El Pergamino de la Seducción”; “Waslala”; “El País de las Mujeres”; “El intenso calor de la luna”; “El Infinito en la Palma de la Mano”, entre otros títulos.
¿Quién es y qué espacio ocupa Gioconda Belli en tu vida?
Me encanta la poesía; siempre quise hacer tertulias de poesía y cocina. Invitar a gente que leyera y yo cocinar. En esa búsqueda encontré muchos poemas de Gioconda que me encantan, tanto sus novelas como sus poesías muy lindas.
Gioconda Belli habla mucho de la cocina y es muy pasional, me transmite mucha intensidad.
En Córdoba, pensé hacer un proyecto de cocina afrodisíaca con poesías de ella. Está “Placer del chocolate”, cuando habla de los helados.
¿Has encontrado recetas interesantes en los libros?
Sí, sobre todo en las novelas de autores latinoamericanos se menciona mucho el hogar, el caldero, el momento de la comida y sobre todo el asado con los amigos. En las novelas que no son específicamente de cocina, siempre está presente el elemento comida, como un café con unas galletas.
La cocina nace al juntar la leña. Hay muchas historias de mujeres que me parecen heroicas y serían las grandes chefs del momento. Si leés libros donde hay una mujer con niños o que hace pan y trabaja la tierra, me parece que es mucho más valioso que un gran chef; sus técnicas son artesanales.
¿Cómo relacionas la cocina y la literatura?
Me encanta la poesía. Siempre que leo, trato de unir mis dos pasiones: la cocina y la poesía. Encontré un autor mendocino que habla de las tradiciones y de la comida.
sobre eso. Me inspira cocinar cosas nuevas y económicas. Cuando veo recetas pienso en cómo sería mi versión saludable, ese es mi desafío.
En la cocina, siento que soy yo, no tengo que fingir nada. Es lo que me identifica, es un lugar donde puedo ser en todos mis aspectos.
Me identifico con los productos, pienso en ellos como un puente con la tierra. Siempre me estoy preguntando de todo lo que tenemos y lo valioso que es; desde una cabeza de ajo o un poco de azúcar. Todo el proceso por el que pasan, desde la tierra hasta llegar a la mesada. Qué generosa es la naturaleza en verdad, es tan maltratada, y aun así, seguimos teniendo zapallos con mil semillas, que se transforman en mil plantas.
La clave es cocinar en paz. Estás en la cocina, pones música y cocinas lo que te guste. Por ahí ves una receta en Instagram compleja, que si lo haces con tranquilidad sale. Cocinar debe ser un momento de relax.
¿Qué sentís cuando cocinas para otras personas?
Para mí es un placer absoluto, que vengan mis nietos y que me pidan que les cocine algo.
Yo hago empanadas en grandes cantidades gastronómicas, y uno de mis hermanos es celíaco. Él no me lo pide, pero yo le preparo sus empanadas con sus tapitas especiales y sus respectivos condimentos. Es una costumbre hacerlo para el otro, aunque no me lo pidan.
No tengo un plato favorito. Tengo muchos que sé que le gustan a mi familia, se transforman en mis favoritos porque sé que les gusta. Por ejemplo, hago helados; una vez hice uno de Malbec y les gustó, luego hice uno de yerba mate y no les gustó mucho, así que no lo volví a hacer.
Me gusta cocinar para el otro. De todos modos, cuando yo estoy sola, también me cocino. A veces pienso: “hoy me voy a cocinar tal cosa para mí”.
María Inés admira, en el ámbito de la repostería, al licenciado en geoquímica y chef pâtissier argentino Osvaldo Gross. “Para mí, él tiene mucha técnica y yo lo valoro por eso”, subrayó al respecto Mamone.
El libro está compuesto por recetas prácticas para introducirse al mundo de la pastelería. Abarca desde las preparaciones básicas hasta platos más complejos, sin dejar de ser accesibles.
¿Cómo surgió la idea del recetario? ¿Qué objetivos tenías?
Yo tengo un cuaderno muy viejo de tapas azules, donde anotaba las recetas. Un día mis hijas me dicen: Mamá, ¿a quién se lo vas a dejar cuando
Mi suegra tenía fotos de tortas de casamiento que se hacían antes y eran gigantes con florcitas, y yo pensaba cómo lo hacían si no tenían batidora.
María Inés desea emprender en el futuro cocina con leña, en el horno de barro y en el disco. Otro proyecto que ella planea llevar a cabo es hacer un libro con comida salada. “Amo las picadas y me gustaría proponer ideas que salgan del fiambre, de lo común, ese es el desafío, ya tengo las recetas en mente”, agregó Mamone.
Si deseas adquirir un ejemplar de “Los placeres accesibles” podes contactarte con María Inés mediante Instagram: @mariaines_7