SE CAGAN EN EL PUEBLO
En primer lugar tenemos que aceptar que nos comimos las curva, creíamos que el “protocolo antipiquetes” de Bullrich era para apagar las voces que se querían levantar en la marcha del 20 de diciembre, pero en realidad era el prólogo de la estrategia nefasta del Presidente de la Nación, que en una fecha tan simbólica para el pueblo argentino, decidió anunciar un mega decreto de necesidad y urgencia que busca arrasar los derechos laborales de las y los argentinos, que intenta cercenar el derecho a un techo por parte de las personas que alquilan, que abre las importaciones para destruir las PyMeS argentinas, y que cumple a rajatabla el primer mandamiento del Decálogo Menemista: “Nada de lo que deba ser estatal permanecerá en manos del Estado”.
El Gobierno de Milei sabe que habrá respuesta por parte de la gente, sabe que las centrales trabajadoras tarde o temprano, quizá obligadas por la clase trabajadora, saldrá a la
Lo sabíamos, lo veíamos venir, aún así el Mega DNU de Javier Milei fue un baldazo de agua fría
21/12/2023
Casi inmediata ha sido la respuesta en el AMBA, la gente agarró las cacerolas y salió a las calles a protestar y se dirigió al Congreso o a la Quinta de Olivos para manifestar su repudio por las medidas del decreto.
Creemos que es importante abandonar la fantasía de un nuevo estallido social como en el 2001. Debemos comenzar a pensar en nuestro presente, en la necesidad de un pueblo unido, una clase trabajadora movilizada que se preocupe por sus derechos y por los derechos del que tiene al lado.
Es lamentable ver cómo las personas que se arrogan la defensa de la separación de poderes, en realidad son totalitarios y pretenden anular de hecho las tareas del congreso y de la justicia.
Javier Milei miente y nos quiere llevar puestos con un DNU que no tiene un solo punto necesario ni urgente para el pueblo, sino todo lo contrario. Milei no quiere respetar nuestras instituciones, no quiere respetar a la patria, quiere honrar los acuerdos que lo llevaron a ser Presidente de la Nación, y no hablo de los acuerdos electorales con el pueblo, sino los acuerdos con los grandes poderes para terminar de destruir a nuestro país.
La derogación de la Ley de Alquileres beneficia a los dueños de complejos inmobiliarios que ahora podrán cobrar lo que se les ocurra y la gente, desesperada por tener un techo deberá relegar muchas necesidades para pagar un alquiler. Era una necesidad para los grandes empresarios inmobiliarios.
La derogación de la Ley de Abastecimiento, de góndolas, de compra nacional, de promoción industrial y comercial. ¿Era urgente para el pueblo? No, era urgente para las grandes empresas que fijan los precios y quieren ganar cada vez más jugando con las necesidades primarias del pueblo.
¿Es necesario y urgente la privatización de las empresas del Estado? Claro que para el pueblo no, pero para él y sus negociados claro que sí. No hay ningún secreto alrededor de la corrupción que hubo alrededor de la privatización de las empresas en el gobierno de Menem. Y no es ningún secreto que el pueblo no se benefició de eso, todo lo contrario, sino no hablaríamos del 19 y 20 de diciembre del 2001, las consecuencias de un Estado que fue rifado por toda la clase política durante una década.
¿Es necesaria la “modernización del régimen laboral” para la clase trabajadora? De ninguna manera, sobretodo cuando a lo que él llama modernización es quitarle derechos a las y los trabajadores. Los que se están relamiendo son los empresarios que ahora podrán
podrán precarizar aún más a la clase trabajadora argentina.
¿Es necesaria la derogación de la ley de tierras y la modificación de la ley de fuego para el pueblo argentino? ¿Cuantas personas pueden comprar más de mil hectáreas? Por qué el pueblo necesita que se dejé de castigar a las personas que queman intencionalmente los humedales?
Milei le abrió la puerta al desabastecimiento de azúcar y harina, le permitió a las farmaceúticas (que ya hacían lo que querían) hacer aún más lo que quieran.
Al Gobierno Nacional no le preocupa la gente, ni que Argentina “vuelva a ser potencia mundial”. Se vienen días duros, semanas duras, meses duros y años duros si la sociedad en su conjunto no se convence de que es necesaria la resistencia contra la casta que quiere mantener sus verdaderos privilegios. Los privilegios de decidir los negociados solo para ellos mientras el pueblo se muere de hambre.
Se cagan en el pueblo, sí, se cagan en cada unx de nosotrxs. Seamos la resistencia, el faro en el camino de los que se están dando cuenta del error que cometieron, no es tiempo de juzgar, no es tiempo de insultar, es tiempo de entender, convencer y hacer cada vez más grande la única esperanza de nuestro pueblo, que no es nada más y nada menos que el pueblo argentino.
AUTOR
David Alós
la calle y defenderá las conquistas en materia de derechos laborales que el pueblo argentino ha sabido conquistar a lo largo de la historia.
Treinta fueron los puntos que compartió Milei en Cadena Nacional, dejando de lado 270 medidas en las que incluye una reforma laboral, sindical, comercial, de salud y aduanera. En el DNU se expresa el espíritu antidemocrático del Presidente que ha demostrado a lo largo de su corta carrera ¿en serio creían que los gritos, los insultos e improperios en los medios era solo un acting? ¿en serio creyeron que estaba loco? No señores y señoras, Javier Milei está en perfecto estado de salud mental, pero su corriente de pensamiento le permite ser fascista, antidemocrático sin tener que dar demasiadas explicaciones.
El voto a Milei, fue un voto para que ajusten a la persona que tenías al lado, creyendo que no te iba a alcanzar a vos. Bueno está demostado que no hay intenciones de castigar ni de ajustar a la casta, el precio del ajuste lo está pagando y la va a seguir pagando el pueblo, y ¿cuál es la manera de que pase este ajuste? Con mucho palo y represión.
Recordemos que Milei alguna vez dijo que si le copaban la Plaza de Mayo, la única manera que él saldría de la Casa Rosada sería en un cajón. Ese es el espíritu “democrático” de nuestro Presidente: no existe.
Con este Decreto demostró que no tiene intenciones de que el poder legislativo tenga alguna decisión del rumbo, se animó a decir que los diputados y senadores que no estén de acuerdo con el cambio, serán obstaculos en su camino. Está claro que Javier Milei y compañía no está en el negocio de trabajar para la gente, de pensar en el pueblo. Está en el negocio de beneficiar a los grandes poderes concentrados.