Al parecer esa vieja discusión que nunca hemos podido resolver, de que si realmente podemos separar las obras de los artistas, la cúpula libertaria argentina lo ha podido resolver en un santiamén. Es que pareciera que por momentos Javier Milei es Economista, por otros es Presidente de la República Argentina y, por otros, un simple entusiasta que no entiende de las consecuencias de sus actos cual niño que aún no desarrolla discernimiento.
Por un lado están las acusaciones sobre si Milei estafó o no a un montón de personas, sobre si el acceso a $LIBRA era para todo el mundo o para unos pocos (qué raro, ¿no?), si Milei sabía lo que estaba pasando, si tiene que levantar murallas o filtros para llegar a él o si tiene que cambiar a sus asesores. Para mí, todas discusiones que podrían debatirse más bien en intrusos en el espectáculo que en el recinto del congreso como quieren hacernos creer.
Juicio político por ese tweet no habrá ni va a haber, pero, sí, pero, si empezamos a hilar más fino, a escarbar un poquito más allá y nos ponemos a analizar seriamente el discurso de Javier Milei, Manuel Adorni, y todos los periodistas que tiene a su alrededor, quizás encontremos que esta actitud que tiene Milei - que no es la primera - incurre en una falta de ética y, por sobre todo, en un
un mal desempeño de funcionario público.
Desde este lugar me paro para decir que, una vez más, los libertarios se han equivocado. No se puede separar la obra del artista lamentablemente. Por más que la mona se vista de seda, mona queda. Y es que por más que en tu cuenta de X, en vez de poner “Presidente de la República Argentina”, pongas “Economista”, Javier Milei, seguís siendo Presidente del País. Y todo lo que digas, en las redes sociales, lo decís como Presidente, no como “economista”.
Lxs invito a repasar conmigo algunos puntos de la Ley 25.188, de Ética de la Función Pública:
En el artículo 2, inciso a, habla de “velar en todos sus actos por los intereses del Estado, orientados a la satisfacción del bienestar general, privilegiando de esa manera el interés público sobre el particular”
Está de más decir que Javier Milei no cumple este inciso desde que asumió como Presidente, sino que hizo campaña prometiendo que no iba a cumplirlo, su único interés es el particular y promueve que las personas y el pueblo argentino se motorice de la misma manera.
En lo que respecta a $LIBRA y a su miles de tweets, lo hace todo el tiempo, en la entrevista con Jony Viale lo dice textualmente, él quiere privilegiar el interés particular
particular de unos pocos sobre el interés público y no le ve ningún tipo de problema.
En el artículo 2, inciso f, habla de “abstenerse de utilizar información adquirida en el cumplimiento de sus funciones para realizar actividades no relacionadas con sus tareas oficiales o de permitir su uso en beneficio de intereses privados”
Javier Milei se reunió con Davis en la Casa Rosada, en tareas oficiales para informarse, toda la información que tiene sobre $LIBRA ha sido por ser el primer mandatario de nuestro país, y aun así declaró en una entrevista que publicó ese tweet para beneficiar a intereses privados.
En el artículo 2, inciso g, habla de “abstenerse de usar las instalaciones y servicios del Estado para su beneficio particular o para el de sus familiares, allegados o personas ajenas a la función oficial, a fin de avalar o promover algún producto, servicio o empresa”
Más de lo mismo, ¿no? Seguimos hablando de Javier Milei, utilizando al Estado para beneficiar algunos pocos, para promover a los amigos, haciendo un mal desempeño como funcionario público, faltando a la ética, mientras se ríe de nosotrxs y nos miente acerca de ser “un entusiasta”, un “tecnooptimista” y hablar de cómo algunos proyectos deben vivir en la informalidad porque no existe un mercado de valores para su desarrollo.
Al parecer, a Javier Milei no le llego la info, pero es Presidente hace más de un año y además de que cada vez estamos peor los de abajo, sigue hablando que los de arriba siguen teniendo problemas para financiarse, hay algo que no estaría funcionando.
A las puertas de la Presidencia, está golpeando fuertemente un escándalo de corrupción. Hace un tiempo que vienen caminando por un campo minado donde las bombas les explotan cerquita pero ninguna parecía hacerles daño, pero es que ahora la bomba les ha explotado en el medio de la oficina de la Secretaría General de la Presidencia, sí, la oficina de Karina Milei.
El problema no es solo el escándalo por corrupción, sino que además se suma que en la entrevista con Jony Viale, Javo dijo que “Davis dijo que no tengo nada que ver”, Davis es este señor que tiene que ver con $LIBRA y que ha dado mil versiones de los hechos y que ha tenido varias reuniones con Milei en la Casa Rosada.
David Alos
Dentro de esas declaraciones que ha dado Hayden Mark Davis, ha dicho “Le mando plata a Karina y Milei firma todo lo que quiero”, estas declaraciones no solo lo complican a Milei, sino que vienen a mostrar que Javo nunca dejó de hacer algo que hacía antes de ser Presidente, lo complejo es que no entienda que, siendo la máxima autoridad de un país, estos mamarrachos no los puede seguir haciendo, que cobrar por twittear o hablar bien de emprendimientos es incompatible con la función pública, que lo importante hoy, deberíamos ser los 47 millones de argentinxs que la estamos pasando muy mal y no un emprendimiento cripto que, para colmo de males, terminó siendo una estafa.
La definición de promoción es la acción de promocionar algo o a alguien. Tiene como objetivo promover y divulgar productos, servicios, bienes o ideas, para dar a conocer y persuadir al público de realizar un acto de consumo.
La definición de difundir, según la real academia española, es propagar o divulgar conocimientos, actitudes, costumbres, modas, etc.
Sin.: divulgar Ant.: ocultar.
Difundir, es hermano de promocionar, y sobre todo, como es el Presidente de la República Argentina, debo decir que lo que hizo Javier Milei fue promocionar a $LIBRA, otra vez caemos en la falta de ética de la función pública.
Hay que reconocer que su discurso cala en la sociedad, porque es una historia épica, del ciudadano común, que es el mismo de siempre, que el poder no lo ha cambiado, que ser presidente para él es como un trabajo más, y nada más.
Pero no son más que mentiras, Javier Milei es parte de un plan sistemático, el es un engranaje más, él si aspiraba a entrar en política, él si aspiraba a ser Presidente y a tener los contactos que tiene ahora, el resto es mitigar los daños que causa actuar con la impunidad con la que se mueven. Se supone que Javier Milei ganó las elecciones porque revolucionó las redes sociales y la manera de comunicar, desde que asumió, las redes sociales y los medios de comunicación solo le han traído dolores de cabeza. Porque en realidad, no es lo mismo saber a
a tener el poder de los medios de comunicación. Una tradición de larga data en la derecha argentina.
Cada vez que escuchamos a los funcionarios de este gobierno, a periodistas, o al propio Milei, te hablan de cómo se ha estabilizado la economía, de cómo ha bajado la inflación y como ha bajado la pobreza.
Sin embargo, los alquileres no paran de subir, los servicios cada vez están más caros, ir al supermercado cada día es más complejo, la carne sube todas las semanas, y los únicos frutos que dan estás políticas económicas es ver cada día más gente viviendo en la calle.
Una planilla puede dar los números fríos que quieran, pero la realidad y el día a día de la gente dice otra cosa, la gente cada vez gana menos plata, está más ahorcada de deudas y la pobreza está en niveles más que preocupantes. Alberto Fernández dejó niveles de miedo, y con Milei eso no ha parado de escalar.
Y como escape cuando la cosa se pone tensa, para todos los libertarios pareciera que existe una solución: patear la pelota afuera. Revivir al enemigo, a ese enemigo que parece que siempre está disponible para que le peguen.
Cansa un poco escuchar que la excusa para que Javier haga las cosas que hace es porque Cristina es una chorra, o porque Kicillof es un inútil. No importa cuánto mal o cuánto bien hicieron los que vinieron antes, eso no debería habilitar a ningún gobernante y/o político para hacer lo que quiera y creerse impune ante la ley y el pueblo para hacer lo que quiera, total los otros
otros hicieron cosas peores. Esa escalada la vamos a pagar muy cara, ya la estamos pagando.
Javier Milei sostiene que artistas como Lali Espósito o María Becerra no son artistas, sino empleadas públicas, porque necesitan del Estado para subsistir. El chiste se cuenta solo, no hace falta que ponga los números de ninguna de las dos, ni los shows de ellas, PRIVADOS, ni que una el año pasado metió un estadio River Plate de Buenos Aires y se convirtió en la primera mujer artista argentina en llenar el Monumental o, que la otra este año va a meter tres Vélez Sarsfield. Sin mencionar las métricas de ellas en YouTube y Spotify.
Es por eso que, cuando el Estado quiere contratarlas, debe desembolsar mucho dinero, porque su caché es caro, pero también es verdad que es la única manera que la gente de menos recursos pueda ver al menos una vez a una artista de la talla de María Becerra o de Lali, en un escenario.
Y esa es la tarea del Estado hasta el final, beneficiar lo público por sobre lo privado, beneficiar al pueblo por sobre el privado. Pero qué le vamos a explicar a alguien que aun no entiende la importancia y la responsabilidad que significa ser el presidente de un país.
Siempre hablo de lo lejos que estamos de poder decir que el periodismo vive una época deontológica, sino todo lo contrario. Pero aun así, siempre he querido creer que parte del periodismo seguimos peleando por la verdad o, por lo menos, de poder poner blanco sobre negro y desde ese lugar no querer engañar a nuestros lectores, oyentes, en fin, audiencia en general.
Lo que estamos viviendo en la actualidad es triste, mediocre, deleznable. No importa si son periodistas ensobrados, si es por convicción política o por odio al modelo político anterior, la verdad que da lo mismo. Cada vez que un periodista
periodista le tira flores a este gobierno, solo profundiza la situación de miles y miles de argentinxs que la están pasando realmente mal. Cada vez que le dan lugar a Javier Milei para que diga lo bien que está haciendo las cosas sin interpelarlo y dándole la razón, lo único que hace es agrandar a un monstruo que después va a ser muy difícil de bajar, porque de eso no tengan dudas, tarde o temprano el pueblo se va a despertar de este letargo y el mismo pueblo será el que diga basta.
Hace poco una artista sanjuanina a la que le tengo mucha estima me dijo en una entrevista que un micrófono es como un arma y hay que utilizarla cada vez que podamos, y lo creo, lo tomo y lo hago carne. Cada vez que tengamos un micrófono, una posibilidad de decir, de expresarnos, en reuniones, de manera artística, en un medio de comunicación, debemos decir la verdad, no cualquier verdad, no la que conviene y no incomoda, sino esa verdad que sabemos que va a traer problemas pero que tiene que decirse. Ese es el periodismo que defiendo, el que le da lugar a las voces, el que escucha el run run del pueblo y se hace eco de él. El que se anima a criticar al poder, económico, comunicacional, político, y a los poderosos.
El periodismo para que nos palmeen la espalda se los dejo a aquellos que creen que la vida nunca viene de vuelta, a los que no tienen conciencia social, a los que no sufren por los millones de argentinxs que la pasan mal todos los días por estas políticas de hambre.