EL SILENCIO ES COMPLICIDAD

A raíz de la presentación de la Ley “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, comenzó un debate acerca de la importancia de la industria cultural nacional y el sistema cultural argentino.

 

La ley busca desaparecer y/o desfinanciar los institutos nacionales de diferentes ramas artísticas como así también el Fondo Nacional de las Artes. Con la excusa de que "O ponemos los recursos del Estado para financiar películas que no mira nadie pero para mantener el alto nivel de vida de ciertos actores de cierto espacio político, o ponemos esa plata para darle de comer a la gente" se busca destruir industrias creativas que le traen beneficios no solo económicos al país sino de riqueza invaluable en lo espiritual e identitario de nuestra nación.

 

Si el arte no dice lo que no podemos decir, si el arte no se levanta en contra de lo que está mal en este mundo, hemos perdido la batalla, significa que nos hemos convertido en simples autómatas que el sistema logró alienar sin vuelta atrás.

30/01/2024

En el medio de las expresiones de la comunidad artística, en un 99% en contra de la Ley Ómnibus, del otro lado del charco la cantante Emilia Mernes dio una conferencia de prensa promocionando su gira por España, entre medio de esas preguntas apareció “Y un poco de la actualidad, justo hoy en España vimos que varios artistas de aquí han mostrado su apoyo a la cultura argentina que en estos momentos pueden sufrir recortes por el nuevo gobierno de (Javier) Milei. Entonces mi pregunta es como mujer argentina y artista, ¿cómo estás viviendo esta situación?”.

 

Luego de que la artista se mostrara incómoda, alguien de su equipo dijo “no vamos a

La cuestión, creo yo, es el silencio. Cuando no tomamos posición es porque hay cosas que parece que no importan. Pareciera que el apoyo del Estado, y de los Institutos Nacionales no importan cuando una artista con la popularidad de Emilia Mernes dice “no voy a hablar de política”. Emilia Mernes que ha sabido trabajar para el Estado y cobrar una buena tajada, que ha recibido apoyo de un Estado presente, ahora no opina de política, cuando la expresión de toda la comunidad artística es necesaria, a favor o en contra. Pero el silencio, el silencio solo deja un vacío que se traduce en algo más complejo que una simple complicidad. 

 

La responsabilidad política de un artista no se la debe a su público, la responsabilidad

responsabilidad política - como en cualquier otro trabajo - el artista se lo debe al resto de los artistas, pero por sobre todo a los artistas que vienen. Es imperante que nos preguntemos ¿qué país le queremos dejar a la próxima generación de artistas argentinxs? ¿Realmente le queremos dejar una Argentina donde el Estado no apoye a la cultura, donde ser artista sea más complejo de lo que es hoy por hoy?

 

Porque eso también hay que decirlo, ni el Estado, ni los Institutos autárquicos, ni el Fondo Nacional de las Artes le solucionan la vida a ningún artista. Pero, y este pero si que es importante, todas esas instituciones hacen que exista el teatro independiente en cada ciudad del país, hace que una banda pueda grabar su disco o filmar su video, que cineastas puedan plasmar su visión y que el pueblo pueda disfrutar de todo ello, hace que tengamos precios accesibles de libros en todo el país, hace que tengamos una biblioteca cerquita de casa siempre, donde podemos ir a leer, a aprender, a participar.

 

La solidaridad entre la comunidad artística se tiene que forjar desde esos artistas mainstream que la rompen en estadios de todo el mundo, como el artista callejero que tiene su convicción puesta en el under. Todxs somos parte de la misma cultura, de la misma identidad que nos hace argentinxs y tenemos que defender, sin importar el color político, las políticas públicas que tienden a fortalecer sectores que, sin apoyo, les costaría cien veces más todo. 

 

AUTOR

David Alós

a hablar de política” y momentos después dio por terminada la conferencia.

 

Las redes sociales, como siempre, explotaron abordando esta situación desde la polarización de si estuvo bien o no no haber contestado la pregunta de la periodista. La verdad es que ningún artista tiene la obligación de tener letras comprometidas, ni ser “progre”, ni siquiera debe responder al pensamiento político de la mayoría de las personas que lo siguen. 

 

De hecho, Borges era antiperonista, Spinetta era radical como lo es también Brandoni, apoyando gobiernos de ultraderecha, Andrés Calamaro apoyó la candidatura de Milei,  Juan José Campanella es ultra macrista y la lista podría seguir. En fin, personajes que en algún momento representaron al progresismo, cuando nos ahondamos en su pensamiento político es ultra conservador y, en algunos casos, rozan el fascismo. 

 

Una de las mentiras de este gobierno es decir que con esa plata le van a dar de comer a los pobres, cuando en realidad en ningún punto de la Ley habla del redireccionamiento del financiamiento a Capital Humano o para sostener planes sociales. Como todo lo que nos ha acostumbrado este gobierno dice muy poco y espera que todxs nos quedemos calladxs.

 

Luego de cacerolazos culturales en todo el país, intervenciones artísticas, participación en las comisiones de la Cámara de Diputados por parte de personajes renombrados de la cultura nacional, al Gobierno parece no importarle nada de lo que se plantea y planea continuar con su plan nefasto del desarme cultural argentino. 

 

El silencio no es el camino, opinemos, gritemos, defendamos lo que es nuestro y lo que supimos conquistar como pueblo. El INT, el INAMU, el INCAA o el FNA no son los responsables del 50% de pobreza en la Argentina, no son el foco de corrupción de la Argentina, estas instituciones son las que ayudaron a Alejandra Pizarnik, Leonardo Favio, Norma Aleandro, Adolfo Pérez Esquivel, Beatriz Sarlo, Luis Brandoni, Astor Piazzolla y Borges entre muchxs otrxs. 

 

No seamos cómplices de un daño irreparable para nuestra cultura, no hagamos silencio cuando lo correcto es defenderla.